CCOO enseñanza Huesca inicia una campaña solicitando una ratio máxima de 20 alumnos por aula.

CCOO enseñanza Huesca inicia una campaña solicitando una ratio máxima de 20 alumnos por aula.

Dicha campaña, haciendo un símil con campañas de moderación de velocidad y pacificación de calles, incide en la importancia de que los centros de enseñanza cuenten en sus aulas con una ratio orientada a satisfacer de manera individualizada y correcta las necesidades del alumnado, basándose en éste , y no en criterios economicista la organización escolar.

La campaña, que se acompaña de un cartel alusivo, incide en buscar el posicionamiento de los ayuntamientos con respecto a este asunto, estableciéndose un paralelismo en seguridad vial en el exterior del centro y seguridad de éxito escolar en el interior garantizando una ratio (20 alumnos por aula) que lo haga posible.

Además del envío de escritos a ayuntamientos con responsabilidades en esta materia, se enviará a centros, y docentes . La campaña finalizará con un acto aún no diseñado.

Folleto campaña:

ZONA 20:  CAMPAÑA DE TRAFICO ESCOLAR.

“20 alumnos/clase en las aulas de infantil.  Por unos colegios habitables”

          Esta campaña esta dirigida a los ayuntamientos, para que al igual que en materia de tráfico se ha regulado la velocidad en el exterior de los centros educativos, intervengan igualmente en el interior de los edificios, de titularidad municipal.

          Si el límite de velocidad salva vidas desde que en 1983 se estableció la primera zona como proyecto piloto en Alemania, por qué no “salvar vidas” también en el interior del edificio, que es donde mas tiempo pasan nuestros hijos e hijas.  Está comprobado que en los lugares donde se establecen estas zonas, el número y la gravedad del fracaso escolar se reduce considerablemente.

          Limitar el número de alumnos/as reduce el ruido, al igual que en tráfico.

          Limitar el número de alumnos/as mejora la calidad del aire, al igual que en tráfico.

          Garantiza un mejor flujo de niños y niñas constante, con menos atascos en el aula y consigue que moverse por la clase sea una actividad mucho más agradable.  Niños y niñas con alguna discapacidad se benefician igualmente.

          Que los ayuntamientos establezcan este límite de velocidad, es una manera económica de mejorar la educación, rebajar la contaminación y estimular el uso de mejores técnicas educativas. Nuestros hijos podrán asistir a los centros educativos sin miedo a ser atropellados en el exterior y en el interior.