Hace escasamente media hora he asistido a una conversación absolutamente surrealista.
De un lado, padres de AMPA Mariano Tomeo, organización del Colegio Santos Samper de Almudévar que acudían a la Dirección Provincial de Educación de Huesca a buscar solución inmediata (no excusas dilatorias de mal gestor) a su problema de desatención a los niños de primero de primaria ; de otra, José Mª Cabello, el Director Provincial de la cosa, pillado en plena calle tratando, esbozando, disculpando y (tócate lo que puedas...) afeando la conducta de unos padres que luchan porque, de una vez, tengan ese profesor tantas veces reclamado, tantas veces reconocida su necesidad por la administración, pero siempre dejado para más tarde.
A Cabello, José María, parece molestarle mucho (incluso lo considera una falta de respeto) que los padres/madres acompañados por sus hijos/as hayan ido a molestarle a su castillito de burguesito acomodado, a su cortijito que administra siguiendo las órdenes de la consejera Serrat. Incluso le parece que hay una acumulación de faltas de respeto. A los niños, que debieran estar en este momento en el colegio y atendidos , a falta de profesor-tutor, por el equipo directivo. "Yo no traigo a mi hijo para que lo atiendan; eso lo hace su abuelo en verano. Yo lo traigo para que lo formen", exclama un padre que, a duras penas puede contener la indignación que le provoca el cinismo de quien no parece impresionado ante el hecho de que se prive a unos niños de la atención correcta por una medida cicatera de "a ver si nos ahorramos una mensualidad de un docente".
"Que no hacía falta llegar a esto, que fíjate tu que la prensa está viendo todo esto, que todo está en vías de solución...", acierta a mascullar un Director provincial de Educación que tan sólo esgrime en su defensa una cerrazón de mente cuadriculada: "Que yo he hecho lo que tenía que hacer, que mi firma ya está , que hemos seguido el proceso ágil de descongelación de la plaza ...". Hay algún padre que hace amago de iniciar una colecta para comprar un microondas, en humor casi negro ante los balones fuera que pretende colar Cabello.
"Que no os puedo dar fecha de solución del problema, que si no he ido al Colegio ha sido porque la directora me ha dicho que no hacía falta", continúa el Director de la cosa (algún día quizás debamos escribir LA COSA ... NOSTRA) ante la petición unánime de los concentrados que buscan un compromiso real y por escrito.
El acto termina con Nuria explicando los pormenores del conflicto a la prensa concentrada, José Mª cabello haciendo lo propio antes salir raudo a Zaragoza (a arreglar el asunto, según dice) y el bélico mensaje de VOLVEREMOS (y esta vez acompañados de toda la comunidad educativa)que lanzan los padres si, de una vez por todas, no se hace justicia.
Resulta increíble que toda una organización administrativa no sea capaz de solucionar (de manera tajante, rápida, efectiva y satisfactoria para todos) un problema que , de hacerse así, no sería más que una pequeña anécdota en el devenir de un curso escolar. Prefieren dejarlo pudrirse, encabronar a la comunidad educativa y mostrar aires de "a mí que me registren, que yo ya he hecho lo que tenía que hacer" en vez de implicarse en el mismo. De nuevo el Director Provincial de Educación prefiere ser parte del problema, en miope y alicorta actuación, que serlo de la solución. Al igual que su jefa, la consejera Serrat, y su jefe en el Olimpo, El Wertiano ministro, puede hacer un impagable servicio a la educación en este país: reconocer su incompetencia, dimitir y garantizar, de este modo, que la escuela pública puede seguir en su empeño de garantizar una educación pública, gratuita( perdón; de gratuita nada, que bien lo pagamos todos...), universal y de calidad.
Colaboración de Carlos Migliaccio (a) NEOFATO
La secretaria del AMPA pide explicaciones al Director Provincial
Los medios de comunicación, muy atentos al desarrollo del conflicto
La vicepresidenta del AMPA registra la carta dirigida a JMC
Los niños del Colegio Santos Samper aprenden una lección de coherencia, dignidad y defensa de sus derechos de manos de sus padres y madres, que los acompañan en este trance
